Nunca dejaran de fascinarme los colores del Rio Tinto. Ahora que vuelve a estar mas calmado, tras las tormentas otoñales que removieron su sedimentos, baja con menos agua. Unas aguas teñidas de rojo que dejan ver las piedras cubiertas de limo amarillo.

Completando la paleta los verdes de las colinas. Lastima que el cielo no haya acompañado para poder incluir los azules y tener casi todo el arco iris en la foto.