A la Sauceda, en pleno corazón del Parque Natural de los Alcornocales, hay que ir cuando esta lloviendo, o todo lo más, justo después de llover.

Si bien, es cierto, que es precisamente cuando más impracticable está el sendero porque el agua corre libremente por todos lados, también es en esos momentos cuando el arroyo lleva bastante agua y da más juego para jugar con los filtros de densidad neutra y ralentizar el paso del agua en la cámara.